Hoy la suerte, nos vuelve aquí la espalda,
si al mundo, revelamos un secreto,
pues con su buen hacer no, nos respalda,
nos queda confesar en un soneto.
Y lo que no queremos confesar,
con nuestro verdadero apelativo,
la situación debemos manejar,
para poder salir sin trabas vivo.
Y poco, el mundo logra comprender
diferentes maneras de vivir,
y más, si tratan formas de querer,
que no entran en sus formas de existir.
Y por este motivo bien entiendo
hay gente que me va señor vendiendo.
Carlos Puchelar
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