Otro día más vendrá con el sol resplandeciente, con la mañana limpia y los pájaros alegres.
Un día más, la vida se va como agua del río, no hay vuelta atrás, se quedan los recuerdos nutridos y añorados en cacerolas de porcelanas cromados de nostalgia.
Se me está haciendo tarde, mis manos se han cansado y mi cuerpo no responde para friccionarnos, comprendo, me estoy volviendo un hombre con años encima. Puedo dar consejos, espiar en tu alma a través de tu mirada y darte amor, del tierno, del que cubre con ternura con un abrazo, un beso marrón, con un detalle, con dulzura.
Cuelga el día que pasó, donde dejé mi más exacerbados momentos cuando concedía todo en tu ser.
Duerme, duerme, duerme, que mis manos aprenden solo a dar caricias y arrullarte lentamente…
Misael García Consuegra
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