Incógnito, para el reloj de sol golpeando su itinerario,
en un bonito lugar privilegiado, desde donde vigila
la frontera haitiana, con su río fronterizo, -Artibonito-
es el guardián y vigía de la frontera dominicana.
Desde este privilegiado lugar,-llamado: Banica-
se ve la pobreza del pueblo haitiano;
que aunque son hermanos de los dominicanos,
pero son los hermanos pobres...
Aunque sean parte de la misma isla,
pero sus ojos no tienen derecho a soñar...
¡yo insisto, quisiera quedarme!
mientras miro la miseria en la otra parte del río...
Y mientras la piedra con su granulometría
y tenaz monopolio de la memoria dura;
sigue recordándote con sus ásperos latigazos,
del invencible tiempo.
Ellos gritan y tiembla el mundo de dolor y espanto...
interrumpen lo que ven sus ojos, que solo con un río
por en medio pueda existir tanta desigualdad y miseria...
y expectoran en lo que tú podías ser.
Hay un postulado escrito sobre un viejo pergamino
que dice: -esto es lo que hay porque yo lo digo-,
puede juntarse el cielo con la tierra,
pero es lo que hay... por los siglos de los siglos...!
Y como péndulo que lengüeta la brisa.
Para ellos solo hay lo que está escrito...
RAFAEL CHACÓN MARTEL
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