Corazones de mis musas, no envidien la libertad de este pajarito en la foto. Dependiendo de sus reencarnaciones, hubo un tiempo en el amor, cuando las relaciones amorosas eran más espirituales y con más respeto; que se puede confirmar observando las parejas de viejos todavía caminando de mano a mano. Lo interesante, que si observamos esas manos secas, como las hojas del árbol que se secan y mueren, todavía existe el amor de su juventud. Mis musas no sientan penas por esto viejos, pues es unas reflexiones de nuestras vidas, la única diferencia es que comparten su amor con más sinceridad. Ellos todavía sienten ese primer sentimiento de amor de juventud. Mis musas este romántico paramédico de los corazones le pregunta, hoy día dejaría tu corazón libre a conversar con otros corazones y regrese con alegría o lo mantiene con cadenas y candado.
Orlando Monteverde (Puerto Rico)
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