Aquella noche la violaron,
su pureza mancillaron,
llegó con las ropas rasgadas,
con sangre manchadas,
aun así no le creyeron,
de mujer fácil la tacharon,
por ser algo coqueta,
le pusieron esa etiqueta,
mas siempre se dio a respetar,
de nada se debía avergonzar,
la quisieron acallar,
para que no quiera denunciar,
ella aguantando su dolor
se llenó de gran valor,
a los violadores identificando,
por el médico legista pasando,
se comprobó que fue drogada,
para ser sometida y violada,
ante fiscales y jueces
encaró a los culpables,
terminando la audiencia
a su favor se dio la sentencia,
se hizo por fin justicia,
esto fue gran noticia,
que ojalá marque precedentes,
en casos de violaciones,
la justicia debe investigar,
e imparcialmente sentenciar.
Victoria Baltazar -Perú-
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