ALQUIMIA

Mientras duermes
(y no lo sabes)
crees que tienes opción
pero no es así,
que puedes escapar
pero no es cierto.
La alquimia te sigue a donde vas
en todo tiempo,
incluso en lo paralelo,
detrás de la soldadura,
debajo del catre,
sobre el último neumático;
y tu control es una broma de mal gusto,
una caricatura sin gráficos,
una baraja sin espadas,
solo artificios,
engaño,
sangre y lágrimas mezcladas
en el charco donde mi cuerpo flota
inerte,
sin entrañas,
adherido a un mundo sin sueños,
sin raíz,
atrapado en acordes de muerte
y mientras todos duermen
(y no lo saben)
pregúntate:
¿dónde está la maldita esperanza?;
¿en el cajón de la derecha
junto a los niños hambrientos,
los ancianos olvidados
y la agonía del soldado?,
¿en los bosques mutilados
y animales desollados?,
¿en los ángeles que desde sus tumbas
ascienden hacia el sol
para asesinarlo?
¡Un mundo de mierda
en la boca del cañón!

Junto a los calcetines sin par
y las cartas sin remitente
descubrí mientras dormía
(y no lo sabía)
que yo era el culpable
de que mi alma no tuviera forma.
Solo me queda
en el sótano de mis lamentos
tragarme el llanto
mientras duermo
(y aún no lo sé)
en la dimensión del dolor.

Mientras no despierte
resucitaré por la alquimia
para reencarnar
una vez más
en esta pesadilla
donde los círculos son cuadrados
y deprimente es la luz.

Ten por seguro
que seguiremos durmiendo
(y nunca lo sabremos).

Guido Rivadeneira Salazar