TUS MANOS DELICADAS

Mírame, mírame, es mi alma que está empolvada.
Hace falta que lo arregle tus manos delicadas

Míralo bien, eres tú su dueña,
de este cordobán de donde cuelga mi ser,
de la criatura que amar te enseña.

Sin tus manos remilgadas,
Soy un gorrino del corazón.
Malva y manso es ante ti mi alma.

Tócame la cara, acaríciame el alma,
Lávame bien tu amor,
Que no quiero empolvarte.
Solo quiero tus manos suaves,
que han sisado mi corazón.

Es mi alma que está empolvada.
Hace falta que lo arregle tus manos delicadas…

Misael García Consuegra.