Cuando estoy conectada
contigo, están envueltos
mis cinco sentidos.
Te siento parte de mí,
me conecto con tu alma,
entrando en paz y calma.
Te escucho con atención
y cada palabra tuya vibra
mi corazón, percibo tu
balance y equilibrio
corporal. Es como ir
a lo profundo del pabellón
de mis oídos, ellos están
prestos para ti.
Soy tan sensible que
palpo tu aroma,
esa fragancia mágica
que me embruja y
me enamora.
Degusto de tu conversar,
tu plática se hace amena.
Me abrazas con tus
palabras.
Siento que me adentro
a tu alma y la acarició,
desnudándola con mi
presencia.
Y todo se encuentra
en sincronía, porque tus
terminaciones.... nerviosas,
se aquietan.... Y yo tan
inquieta, me quedo quieta.
Convirtiéndome en una
receptora presta,
utilizando todos mis
sentidos.
Se transmite un saborear
de sentimientos,
experimentando una
sensación de saciedad.
Mis palabras te nutren
el espíritu, cuerpo y
alma.
Y mi versar es tu
manjar que te permites
saborear.
F. Janeth Elizarraraz O.
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