martes, 4 de agosto de 2015

URBS DIXIT


Esperaba una llamada cuando
en pleno Buenos Aires fueron liberados
y desapareció todo vestigio
—proverbial astucia.
Brotaron los temores
(a veces conviene callarse).

A la misma hora y a metros del lugar,
recolección de basura,
máquinas tragamonedas
y en esos paseos, tolderías y colchones,
juegos, bancos, cestos, bebederos,
vecinos que venden sus propias pertenencias
y sueñan con volver al empleo
—una emoción social,
una emoción ligada al propio yo.

La noche avanza en el bar:
dos voces para respirar otro aire.
El país de donde había salido
ya no existía
—existe sólo en el pasado
(está en la mira, aguarda).

A la misma hora y a metros del lugar,
sobre el caracol del paso a nivel, rezaron,
y un tren aminoró su marcha.

Soportar demoras o no poder viajar,
o hacer una huelga, cortar un puente.
Una fuerza fuera de control:
con guantes y uniformes desfilaron
en la calle peatonal
paralela al muro de ladrillos.
Brotaban los temores
—la violencia es hija de la violencia.

(Los versos de este poema son frases extraídas sin modificaciones de artículos y noticias sobre Buenos Aires, aparecidos en los diarios “La Nación”, “Clarín” y “Página 12” durante la semana del 21 al 27 de abril de 2003.)

Publicado en “Mandorla”, N° 5, Univ. de California (EE.UU), 2005 por LILIANA PONCE -Argentina-
Compartido por Rolando Revagliatti

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