Inventa un ángel y cédele tu asiento
a la hora del martini y de las prisas
en esta plaza con más bancos que palomas
busca luego un nombre adecuado a tu impostura
y escáncialo con devoción sobre su pelo
evitando una caricia que rompa el sortilegio
disfruta así el instante que brinda tu osadía
y no abras el periódico ni consultes el reloj
dos hábitos tristes y fuera de lugar
ante un escote de alas blancas que te observa
con la atención de quien afila un lápiz
y cortés alza las cejas cuando al fin se descruza
con esa lentitud que sólo tienen ellas
quizá se llame Lola tiene un lunar una bufanda
y no volverás a verla nunca.
Del libro Maneras de volver de
RAFAEL SOLER -Valencia-
Publicado en Luz Cultural
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