Laqueda de listones la osadía...
Se convierte,
En un mar que se derrite entre las dudas.
El salado reto,
Ensambla privilegios marineros,
Y pregunta,
El hombre de negro,
Por sus destinos insondables,
de velamenes alados.
Los atorados vientos, que soplan los arcanos,
Son heridas injustas del paisaje.
Y aún así,
Cantan y cantan.
Imagino...
El otrora silencioso capitán,
Como un marìsma intensamente enamorado,
De su aventura,
de piratas.
Oh !
Drake,
Morgan,
Sir walter Raleigh
Calico,
Galeones,
Vergantines,
Carabelas,
Mariposas de colores son sus velas.
Con el viento zarparán sus alas.
Y el mar,
La brisa,
La lejana hazaña marinera,
El ósculo del mar y sus tesoros,
Los esperan.
Es,
Un estival momento tafeteado,
En azul y rojo terciopelo,
De quebradizas marejadas de dos vientos.
Hay espejos de mares engendrados,
En espacios asesinos,
De DALÍANOS arrebatos.
Y sol, mucho sol.
¡Arrien velas marineros!
El "non plus ultra"
Ya no existe,
Es una vieja y fantasiosa historia,
Cercenada,
Y sìn cabeza.
Roberto Rochins
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