Desde que el mundo existe han habido
guerras por muchos, y muchos motivos,
teniendo a los seres humanos cautivos
de aquellos, que ambiciones han tenido.
Guerras primeras, por tener mucho más
lo que han podido, humanamente tener,
ambiciosos, que ha costa de los demás
sus arcas llenas han podido enriquecer.
Para esos, el mundo ha sido muy chico
en pocos y breves minutos han desatado,
nuevas guerras, para llevar un despiadado
reparto del mundo, entre los países ricos.
Los fósiles combustibles, imprescindibles
y despilfarrados, de forma que nos aterra,
su escasez ha logrado, vuelvan terribles
expectativas, que ocurran atómicas guerras.
Los ricos arman sus ambiciosas guerras
poniendo a los desposeídos de escudos,
que a puros, valientes cuerpos desnudos
con su sangre han anegado esa tierra.
Mientras los ricos brindan en sus palacetes
pues los fabulosos tesoros sus arcas han llenado,
imponiendo a sangre y fuego a otros los grilletes
del hambre y la opresión al pueblo avasallado.
Por eso poetas del mundo, sin fronteras
luchemos con las armas que tenemos a la mano,
nuestras letras, y con ellas un mundo más humano
fundaremos, como poesía insigne en las banderas.
Hagamos un mundo de amistad con poesías
esgrimiendo, entre los hombres la solidaridad,
entonando con las letras, la universal sinfonía
que hermane, arte y cultura de la humanidad.
El poder sublime de las letras nos hará invencible
y sobre ellas se fundarán y unirán naciones,
no importa cuán diversos criterios y opiniones
porque aun, todavía un mundo mejor es posible.
Regino Mayedo -Estados Unidos-
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