sábado, 26 de julio de 2014
A UNA BOTELLA DE CHAMPÁN
Perturbadora efigie
que en bulevares,
anaqueles y caminos,
provocadora y femenina
muestras tu esencia de música y poesía
y llevas el pazo de tu edad
vestido de etiqueta:
concédeme un instante;
desliza por mi cuerpo
tu pregón de gotas bailarinas
y un guiño de bodegas y burbujas
a agotar en la euforia del gusto,
igual que se consume
en la pasión solar
el renglón amoroso del arroyo.
¡Oh deidad de espumas y vapores!
¿Quién te descubrió vital y virtuosa,
proclamó tu nombre de botella
y te puso apellido de fiesta?,
y ¿quién mejor que tú,
para limar la aspereza de la tierra,
si en ti va su corazón de uva
después de la vendimia?
Sin yugos y sin nortes,
nacida al regocijo de los cuerpos,
te declaras inventora de peces
para aquel que te examina
con ansia de vivir en tu boato,
mas yo suscribo la insistencia
con que el hombre muere hacia ti
en la barrera de los ojos,
pues vi miles de veces
el temblor y la duda en sus alturas
y otras tantas recogí
su alma tumbada en las aceras,
tal vez amiga mía,
porque te amaron demasiado
y nunca pensaron
que tu boca era de vidrio.
Esther González Sánchez -Vigo-
Publicado en la revista Palabras Diversas 47
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