Acompasadamente mueve
ella el columpio que asciende
y desciende haciendo danzar
al aire una invisible danza.
Sube y baja; baja y sube.
Ritmo que ella marca con sus manos
acelerándolos, acortándolo,
rápido, lento; lento, rápido.
Se siente el movimiento del viento
que canta sin palabras, ´
al tiempo que se enreda
en el cuerpo de la muchacha.
Sube, baja; baja, sube;
rápido, lento; lento, rápido.
La melodía es sorprendente.
¿La oyes? ¿La siente?
Ella ha hecho bailar
al columpio, lo ha hecho
bailar con un ligero
movimiento de sus manos.
JOSÉ LUIS RUBIO
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