Elegiría el corazón de un águila para cruzar el
aire azul.
Para sorprender las piedras nevadas, los rojos
arenales, el horizonte blanco del mar.
A la deriva, navega la sombra verde de una balsa.
¿Cómo ignorar los pájaros remotos?
Del libro “HABITACIONES DISPONIBLES” de Nélida Arp
Publicado en el blog agnesyelnomeolvides
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