Seres humanos
a la luz de los faroles,
eternamente rosados,
de la paz de la infancia.
Cantatas de paz
en un mundo con vida,
sin derrotas,
solo victorias,
una vida de sueños.
Con almas, sin heridas,
de sonrisas con fulgor de esperanzas.
Bajo la bóveda celeste,
sobre el verde vegetal,
el tiempo, una eternidad...
Paradigma de un paraíso
donde los hombres
libran sin dolor
sus batallas diarias,
sin nieblas bélicas.
Sin que la luz infame
de la rebelión contra el bien
tenga lugar.
Pedro Jesús Cortés Zafra -Málaga-.
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