BANDA PELIGROSA

El policía comprobó que había llegado justo a tiempo. Varios individuos muy agresivos pululaban por la zona cometiendo fechorías e intentando acceder a zonas donde podían ocasionar serios daños. Inmediatamente se situó cerca de ellos y comenzó a disparar. En la mayoría de los tiros acertaba y
tumbaba a algún asaltante. Pero cada vez aparecían más malhechores. Estos se dieron cuenta de su presencia, y algunos se lanzaron contra él. “No voy poder con todos” pensó el policía, alarmado
En ese momento apareció su compañero Luis, y los dos juntos dispararon a mansalva contra los otros.
Decenas de proyectiles con anticuerpos impactaron en las bacterias, consiguiendo eliminar el foco
infeccioso en pocos minutos.
“Buf, gracias, han salido mogollón de bichos de golpe” le comentó a su colega. “ A ver si liquidamos de una vez a esta banda, que ya nos está costando. ¿Te quedas tu de retén? Es que ahora termino el turno. Vale”.
El policía se desprendió de su arnés para misiones en el torrente circulatorio y su casco virtual 3D, volviendo al mundo real, a la sala de misiones, donde varios compañeros disparaban contra colonias bacterianas delincuentes que atacaban cuerpos de enfermos. Una gran placa dominaba la estancia:
“Cuerpo Nacional de Policía. Unidad de Nanodispositivos. Unidad de Nanomedicina. Brigada antiinfecciones”

Ricardo Manzanaro (España)
Publicado en la revista digital Miantura 121