miércoles, 31 de marzo de 2021

Y EL VERDE OLIVO MATABA AL PUEBLO

                

 A los pueblos originarios del Estado Plurinacional de Bolivia. A las personas que 

      murieron durante el golpe de Estado encabezado por Jeanine Añez y su Gobierno,

      el más salvaje en la historia de Bolivia desde 1825.     


Para decir de principio hasta el final

era octubre del año 2019

el viento arrastraba 

pólvora sin límites 

y entre la Casa del Pueblo

y la Plaza Murillo

un golpe maligno estalló

y se desplegaron los ejes del mal

el autoritarismo a flor de piel

el intelecto convertido en bestia salvaje

el nepotismo elevado al cubo

la deslealtad de amotinados en algarabía 

la llave rapiña de las arcas estatales

y la Fiscalía abandonada

Soy la defunción

decía el Comandante General

Yo soy el que coloca

esposas, cubrebocas y vendas en los ojos

decía el Teniente Coronel

Y el verde olivo mataba al pueblo

Desde lo más profundo

la secreción oscura 

de la patera rubia

salía de su cuerpo

como alquitrán caliente

todo era un parto forzado

sin pies ni cabeza 

gobernantes 

vestidos con el frío de un cuchillo

casas forradas con tela negra

paredes que soltaban aceite negro

coches consumiendo gasolina negra

y en el jardín

crecían documentos negros

mientras el búho triste

observaba a los verdugos

Y el verde olivo mataba al pueblo

Apenas se abrió el calabozo

la Universidad Católica

cómplice del crimen

cada cuadra militarizada

los árboles

testigos de ráfagas

y la Dictadora con voz de Biblia

intocable

hinchada de odio

contra las culturas ancestrales 

violaba el mensaje bíblico 

de “amar al prójimo”

y con sus garras satánicas

apuñalaba

a Jesucristo en la cruz por la espalda 

Y el verde olivo mataba al pueblo

En el Ministerio

el nuevo San Román

calvo

dientes monstruosos

su ignorancia se unía a su miseria

la tortura misma 

rondando por las calles

el rencor en cada paso

y funerales pegados

a su torso de tormenta


De ciudad en ciudad

lanzaba 

espuma amarga de sus entrañas

humillación tras humillación

insulto tras insulto

persecución tras persecución

amenaza tras amenaza

Y el verde olivo mataba al pueblo

Toda la maldad

tendida en los techos

una y otra vez

la discriminación

el ustedes y el nosotros

el aborrecimiento

la violencia

arañas de cementerio

y gusanos endemoniados

resbalaban

por las tuberías 

del Palacio Quemado


Y de refilón

entraron por las ventanas

agentes del Norte

con canastas de saqueo

opresores del pueblo palestino

con el verbo asesinar en las solapas 


Y Almagro

vampiro de Imperio

levantó un cáliz para recibir 

la sangre

de Senkata

de Montero

de Sacaba

de Pedregal

de Yapacaní

y de Betanzos

en donde lloraban a gritos

por el eterno sueño 

por los heridos y mutilados

con armas del Estado Mayor

Y el verde olivo mataba al pueblo

No hubo Dios para los pobres

ni curas de sotanas blancas

la Iglesia con su traición

aceitó los diez mandamientos

en caños y gatillos de metralletas

la bendición de la ostia muerte

se hizo por encima

del Decreto 4078

Y el verde olivo mataba al pueblo

De tanto estar expuestos

al homicidio

al martillo

y al desamparo

del costado izquierdo de la vida

por fin apareció

las raíces del Tiahuanaco

el Cóndor de los Andes

en su pirámide solar

y desde de El Alto bajaron

antorchas encendidas

estandartes que no se inclinan


Codo a codo

mineros

barrenderas

cargadores

cocineras

canillitas

comideras

artesanos

lavanderas

campesinos

enfermeras

lustrabotas

amas de casa

albañiles

y Bartolinas

Miles de sombreros

miles de aguayos

miles de pututus y tambores

avanzaban

para defender la democracia

Y el verde olivo mataba al pueblo

La fuerza mayoritaria y palpitante

del altiplano

de los valles

y de la amazonia

empujaba el engranaje 

hacia la cuarta luz


Alteños forjados en sindicatos

sin fecha de caducidad

potosinos cubiertos de litio

paceños expulsando al invasor

con elipses y triángulos electrizantes 

cochabambinos de dinamita agallas

orureños de estaño invencible 

y con lámparas de carburo

chapacos bajo la protección 

de Marcelo Quiroga Santa Cruz

chuquisaqueños con letreros

de la Corte Suprema de Justicia

pandinos trasladando fortaleza de hierro

cruceños sin apellidos extranjeros

benianos ondeando la tricolor

y cantando

el himno plurinacional

Así luchaban frente a frente

barbarie contra civilización

k’aras contra los pueblos originarios

tanques

helicópteros

y aviones de guerra

contra la razón

Y el verde olivo mataba al pueblo

Hoy por hoy

las pititas desteñidas 

una por una

se ahogaron

entre las aguas mugrientas

de las cloacas

¿Quién ha dicho que el León azul se rinde?

¿Quién se atreve a poner candado al proceso de cambio?

¿Quién se atreve a usurpar los recursos naturales?

Es el pueblo

wiphalas

guardatojos

polleras

quenas

y charangos

que encuentran su cauce

justo y necesario

¡Hermanos y hermanas de mi Patria amada 

luchad hasta la victoria!

Javier Claure C. 


Claudio San Román, militante del MNR (Movimiento Nacionalista  Revolucionario), fue uno de los represores y torturadores más temidos de Bolivia.

Decreto 4078. Decreto promulgado durante la dictadura de Jeanine Añez y su Gobierno, en el cual se exime a los militares de cualquier responsabilidad penal.

Bartolinas: Mujeres que pertenecen a la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”.

Aguayo: Prenda rectangular multicolor que utilizan los aymaras.

Pututu: Instrumento de viendo andino fabricado de una concha marina, o de un cuerno de buey.

Marcelo Quiroga Santa Cruz: Escritor, periodista, docente universitario y líder del Partido Socialista. Fue asesinado durante la dictadura militar de Luis García Meza, en julio de 1980.

K’ara: Persona que no habla una lengua originaria, o que tiene posiciones antagónicas hacia los pueblos originarios. 

Pitita: Persona que pertenece al movimiento fascista “pititas”.

Whipala: Emblema que representa, entre otras cosas, la igualdad y la diversidad entre los pueblos originarios. Pertenece a la cosmogonía de los pueblos del Tahuantinsuyo.

Guardatojo: Casco de protección que utilizan los mineros. 


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