Bien sacude mi entereza;
aún mi pulso se agita
es una herida infinita
sin remedio ni sutura;
es la batalla más dura
trajinada en esta empresa.
Pronto pasa por mi mente
asomándose a mi verso
adornando el universo
el más tibio de mis sueños;
fragancia de ardientes leños
en mi ruta impenitente.
Y perdido entre la gente
a veces quiero ahogar
el motivo de mi andar
la razón de mis desvelos
que enlazan vigilia y celos
estallando de repente.
Ay utópico destino…!!!
todo intento de escrutar;
fallaría cual mostrar
desnudo y sin oropel
el embrujo del clavel
o los misterios del vino.
Y este crudo desafío
que es la vida y sus arcanos
en los momentos cercanos
de apagada algarabía
aún en tibio mediodía
dejará sentir su frío.
Es que es tan breve la vida
tan tortuoso es el camino
sólo un designio divino
la suerte ha de redimir;
no es posible prevenir
la sentencia recibida.
Federico Servando Rodriguez
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