martes, 9 de marzo de 2021

TARDE EN EL TOLTÉN (RÍO DE VILLA RICA, CHILE)

 

Con la brisa como cómplice

la Araucaria menciono tu nombre

enamorando a las hojas,

las aves que allí habitaban

entonaron mágicos trinos

que permeó en el entorno

transformando lo circundante

y el pulsar del tiempo.


Sorprendido ante el acontecer,

una danza interna se apodero de mí,

convirtiendo mi organismo

en inusual instrumento musical.


El Toltén se unió al concierto

antes de partir al océano pacifico;

la piedra, la espuma,

los rayos solares, el color turquesa,

las plantas, las raíces, los helechos, las algas

el quetru volador y el guairao nos acompañaron;


a través de sonidos desconocidos

fui comprendiendo el pulsar del pueblo,

sus vivencias, alegrías, cotidianidad,

penas, dolor, confusión, tristezas…


Porque imposible es separar de la existencia

la miel y la hiel… sin embargo, ambas, en una tregua,

hacen parir a la armonía.


Lautaro, (Ave veloz y homónimo del gran líder militar mapuche que combatió a los españoles)

dijo: “siéntate hermano, escucha a nuestra madre naturaleza”;


Todos los libros, incluido el padre de ellos

son neófitos ante la sabiduría del agua

que se expresa en mapudungun

generando empatía con mi maternal zapoteco.


Pude percatarme de la pequeñez del ser humano,

la magnificencia me emocionó

nutriendo con lágrimas al torrente…


El sol se zambulló en el Toltén

mientras un balsero con rumbo al mar

con una sonrisa, la mano en alto

nos abrazó y en él las víctimas de la represión en el “Paseo memoria herida”

(Villa Rica, Pucón, Curarrehue, Coñaripe y Liquiñe)

que en días aciagos hicieron desaparecer en su pureza

más lo único conseguido fue nutrirlo más,

¡al volverlo inmortal, mágico, místico, dialogando a diario

con los volcanes y la cordillera!;


el espacio nos engulló

fui Mapuche dialogando con ancestrales

y australes dioses,

fui un volcán esparciendo fuego en la noche obscura

apaciguándome al volverme nieve,

fui un lago rodeando a Villa Rica,

regulando su termicidad y veneraciones al universo con el sonido del Kultrúng,

fui la corriente del Toltén emitiendo interminables versos;


Fui esa tarde…


¡soy cada tarde!

mediante la representación icónica

¡haciendo de cada suspiro un canto, una fiesta!.


GUILLERMO JIMENEZ GUZMAN MEXICO-

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