viernes, 14 de agosto de 2020

TRISTE VIGILIA

Mis ojos aún tristes

nada siente mi carne 

el día no se levanta

la noche esta desierta.


Enciendo un cigarro

una copa de vino

la luz apagada

el silencio me guarda.


Sin brisa que sople

ni vela que alumbre

sin huella en el alma

ni música que sane.


Las olas se  duermen

la luna se oculta

me muevo a paso lento

no se lo que busco.


Mis manos recogen

el perfume del tiempo

el ahogo interno

que pierde la nada.


Añoro los días

que a gritos moría

de tantas alegrías

que  tu amor me daba.

Neissa Juan -Puerto Rico- 

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