sábado, 22 de agosto de 2020

INTRODUCCIÓN PICTÓRICA

 

Es mi corazón una galería de museo

Que exhibe en los óleos de estos poemas

Las inmutables estrellas que orientan nuestra alma

Identidad, desolación, ausencia, creación, amor, muerte

Sed y vuelo.

Obras maestras de un renacimiento perfecto

Que son, al mismo tiempo, cartas marinas

Que el poeta utiliza para navegar en el mar de esta vida

Bajo el esplendor impasible de las constelaciones eternas

A instancias de todos cuantos no encuentran el punto que buscan

Hago sonar mis latidos escribiendo estos poemas,

Brotes que surgen de una misma emoción,

Para engendrar con pinceladas de diferente trazado

Cuadros que expresan y contienen pigmentaciones heterogéneas

Sé que el centro del universo no está en mi corazón

Pero mi espíritu mana una energía creadora

Que es capaz de cambiar el curso de las cosas

Porque lo que sí sé, con certeza y veo claro

Es el postulado que contemplo en vuestros ojos

Cuando observo atentamente el mensaje que desprenden

Todo el mundo busca la simplicidad, pero nadie la encuentra

Todos los días, cuando cansado de la jornada cotidiana

Me retiro a descansar, arrojo la toalla contra el lavabo

Y en un estado de ira me froto los ojos, y para salir de mi perplejidad

Digo en voz alta: Estoy bestialmente cansado de esta vida

Todo el mundo está perdido, estoy harto de ver

Como todo el mundo busca la simpliçité y nadie, nadie la encuentra

La simpliçité es un punto, una palabra que está más allá del lenguaje

La simpliçité traspasa el ser y el no-ser

Sobre esta simplicidad, impuesta y elegida al mismo tiempo

Está construida la metafísica de mis versos

Que expresan el fondo de mi pensamiento

Cuando logres alcanzar y, sobre todo, tener esa simplicidad

Verás esa extrañeza que hiere tus ojos

Navegarás por el mar que hay hundido en tu alma

Y sentirás cómo todo dentro de ti se desgarra

JUAN J. RODRÍGUEZ


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