Ay poeta
en tus noches de desvelo
como refugio de tus letras
dejas sangrar tu corazón herido.
Y una hoja blanca sobre la mesa
es el único testigo
de la muerte que asecha
la triste esquina de tu aposento.
Ay poeta
¿Cómo salvarte de la tinta negra?
y de la soledad que perturba
tus embriagados pensamientos.
Ay poeta
eres la sombra que camina
tratando de alcanzar la luna
mientras otros se besan bajo su mirada.
Ay poeta
¿Quién pudiera abrazar tu llanto?
y en tus noches de desvelo
soplar aliento sobre tu pecho.
Ay poeta
si cada gota de lluvia
calmara la sed de tus labios
tu alma sería un jardín de rosas.
Ay poeta
si me concedieran tres deseos
seria la blanca luna, cada gota de lluvia
y la rosa naciente de tu alma.
Neissa Juan -Puerto Rico-
No hay comentarios:
Publicar un comentario