Silencio, que todos duermen
menos yo, que estoy despierto
¡Apenas duermo cinco horas!
Dicen que porque soy viejo.
De un ojal de mi camisa,
(el que está sobre mi pecho)
¡ay que risa!, pues cantando,
brotan alegres mis versos
Se diluyen en la brisa
vienen a darme unos besos
Se posan en la cornisa
y se marchan con el viento
Van a casa de mi amiga
que ahora estará durmiendo
y llenarán su cabeza
de los más bonitos sueños.
¡Ay, si mis versos supieran
decirle cuánto la quiero...!
Dentro de mi corazón
tiene reservado su hueco
A veces, el maldito ego
nos hace actuar con soberbia
Decir lo que no sentimos
con palabras duras, necias.
Volad, mil versos de mi alma
recorred valles y sierras...
Posaos en su ventana
¡Silencio, que se despierta!
Id, enamorados versos,
besad sus carnosos labios,
recrearos en su lengua,
en los placeres sois sabios
Acariciad su piel blanca
recorred sus suaves dunas
y penetradla con calma
hasta que vuele a la Luna
¡La quiero, la amo y deseo!
Grabadlo a fuego en su mente,
que se sienta enamorada
cuando a la aurora despierte.
Juan Pan García -Puerto de Santa María-
No hay comentarios:
Publicar un comentario