Anoche muy tarde,
Tal vez al morir la noche y comenzar la madrugada te sentí llegar, aclaré mi vista y te vi sobre un corcel negro vestida de blanco, su cabellera larga ajustada con una cinta de plata, eras tan hermosa como un ser irreal tu corcel resoplaba y en tu mano una espada brillaba,
Vengo a rescatarte rugió su garganta...
¿De quién?
Pregunté entre nervios y sueño,
De esa maldita que no te ha sabido dejar,
¿De quién?
Volví a preguntar...
Ésa que detrás suyo está,
Volví la vista y en un rincón de mi alma te vi,
Agazapada medrosa a punto de llorar...
Tenías miedo, de que te fuera a abandonar
Estaba tan indefensa corrí y te abracé, no, a ella jamás daño le harás me ha amado siempre en las buenas y en las malas a mi lado está, cuando tú en los quinocios de los albures de tu juventud de mi no se pudo acordar...
Vete, Vete en tu corcel negro, Vete con tu bravura y tu vestido blanco, Vete con tu belleza y su cabellera larga y tu cinta de plata...
Y déjame, déjame solo no ves que es Navidad y quiero estar solo con ella...
Sólo con mi soledad...
Albaro Ballesteros -Colombia-
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