Comías pan en la acera.
Era un pan duro encontrado
en un cubo de la basura esta mañana.
Después de un día sin comer
es el más exquisito majar.
¿Qué te pasó? ¿Cómo llegaste aquí?
Nunca comprenderás
por qué cambió tu suerte
por qué de golpe lo perdiste todo:
familia, trabajo, dinero.
Fueron meses funestos
en que todo se derrumbó
como un castillo de naipes.
Después fue imposible
levantarlo de nuevo.
Te viste en la calle
sin nada,
sin saber a quién acudir.
Desde entonces el suelo
fue tu lecho
y unas viejas mantas
tu cobijo nocturno.
Te quemaba el sol.
La humedad arruinaba tus huesos.
Los dolores mandaban en tu cuerpo.
Comías en la acera
un trozo de pan duro
que te sabía a gloria.
JOSÉ LUIS RUBIO
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