Apretando la espina de la rosa a tu pecho...
esta vez si quisieras ya matar el recuerdo
del momento ese último que llegó con la rosa
te dijo que vuelve y... te entregaste amorosa
Te quedaste esperando, otra vez en un sueño
en la bruma de penas, mientras llega tu dueño
se hacen largas las horas, y eternas las tardes
pero no habrán así frías y tan lúgubres noches
Cómo espera el que quiere con fe, con el alma,
y cómo miente el que no ama, promete y olvida
acaso la vida no pondrá a los dos en su sitio...
al ingrato que sufra y al que amó en alivio
Más de injusticias... está hecha esta vida
y por eso se pierden convicción y esperanza
y te dices mil veces: es así... son iguales
y lo triste es que luego dudaras y ya no ames
Vinicio Obando
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