Afilando durezas decepciones de vida y amor,
camino con pies cansados hacia horizontes desconocidos,
atrasadas dudas asaltan mis ternuras y pasiones,
asolando sin piedad sueños, alegrías… mi ser en ruinas.
Se aquietan las horas, las brisas, las lluvias,
se oscurecen gaviotas olvidando el vuelo,
sin ignorar tanta soledad, dolor y silencios,
te espero en lágrimas para amarnos... los dos.
Sumergido en lo desconocido, perdido en las luces,
misionero sin motivos, navego en arenas, sin raíces,
rifas de poderosos dioses, rompiendo pieles de guerra,
voy rumiando las horas, sin umbrales de esperanzas.
Siento tus espinas dulces, durmiendo en mi pecho,
oigo tus besos gimiendo, estremeciendo caricias.
En la escasez del tiempo… quiero mimarte mi vida,
en nuevas formas de amar… hasta el fin de mis días. .
Álvaro Álvarez Rojas (aprendiz de poeta)
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