jueves, 28 de diciembre de 2017

ASESINÓ MI AMOR Y TODA ESPERANZA


Asilado en mi propia celda de bronce,
emboscadas de muerte, llora la vida,
…se acercan … ¡No se que va a pasar!
Avanzan por un hilo de brisa gélido,
en un extremo, veinte años de amor… alejándose,
por el otro, mis locas esperanzas tatuadas de dudas.

Siento que todos los días son grises, iguales,
sosos, insípidos, sin colores, sin aromas.
Banquetes trasnochados, no cae café del cielo.
Rendido de rodillas claudico en lágrimas espesas,
aterradora historia de tiranos, masacres al amor.

Gestos irónicos, nunca comprendí su rara simbología,
evasión de palabras, de miradas, de mi presencia.
Todo le dolía, todo le cansaba, mi presencia molestaba…
Si tener nada, sin hacer nada, silencio inocente de nada.

Postizas caretas de iguales sonrisas siempre dejaba llegar,
por una playa dorada, fina ropa, joyas de brillo,
bufett y caviar, vino tintos importados, gimnasios de modas,
el té canasta en el club y mil placeres soñados, cuentos de hadas.

A cambio, algunos besos secos recibí, implorando lunas rojas,
se arruga la piel de mi vida de tantos despeprecios sentidos.
Sin negarlo, soy avergonzado suicida, solo por amarte tanto,
merecimiento de oropel ganado en una feria de idiotas…

Sigilosa mentira conveniente de vivir juntos…
Si asesino mi amor y toda esperanza… que nunca dejó.

Álvaro Álvarez Rojas (aprendiz de poeta) -Colombia-

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