Me aceptó como su amiga
y después me apuñaló,
al saber que soy mendiga,
porque el mundo a mí me hundió.
Soy la típica mujer
demacrada, desvalida,
pero estoy harta de ser
barco viejo a la deriva.
La vida tiene la culpa
de sentirme abandonada,
necesito una disculpa
y además ser respetada.
"Cuando veas a un mendigo
no lo mires con desprecio,
hoy su historia la describo
sin ganar, sin poner precio"
¡Un mendigo apaleado
comparte lo que no tiene
y el cínico adinerado
su avaricia lo mantiene!
"¡Hay que tener compasión,
¡ayuda a ortro ser humano,
haz de tripas corazón
disfrutando lo logrado!"
María Sirena Matri Mar -ESPAÑA-
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