Párate, no esperes más, agarra tu esperanza
y cuélgala en tus hombros en esta nueva aurora:
de ser feliz, amigo llegó por fin la hora
así que hacia adelante luchemos con confianza.
El año que se acaba nos trajo cosas idas
que ya hemos padecido o mucho disfrutado,
así que a las frazadas lancemos hacia un lado
tomando entre las manos del futuro las bridas.
Abrámosle camino a cada nuevo sueño
formándole en la fragua sus formas con empeño
para ser con premura del mismo el propio dueño,
con ímpetu, con fuerza, con fe, con ilusiones,
para que en doce meses estén los corazones
felices despidiendo a un mar de bendiciones…
¡Adiós nostalgia, FELIZ AÑO 2018!
SERGIO ALEJANDRO CAMARGO
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