ESE SER CON VIDA

Conseguir esos grandes logros deseados para el bienestar propio de ser humano
es lograrlo con la capacidad de cada cual a la hora de ponerlo en práctica,
en alma y cuerpo hijo da la naturaleza no perfecta hoy día
valorando ese su posible momento de estar en ese lugar necesitado,
cómo ser con vida.

Srgiendo una sorpresa en la vida espiritual
colmando de alegría a todo mi ser con cuerpo de humano,
sintiendo ese agobio al tener ese mayor grado de compromiso con mi propio ser
para lograr reflexionar mejor sobre ese caminar
por la existencia.

Debiendo buscar a toda costa la serenidad necesaria a mi ser yo
tanto para el alma como tanto para el cuerpo como humano
no perfecto,
sin necesidad de afectar mi estabilidad al caminar
como ser con vida
siendo muy necesario el separarme de caminos peligrosos
al recorrerlos,
logrando esa noble estabilidad necesitada como ser en alma
y cuerpo.

No hay alivio más grande que comenzar a ser lo que se es hoy día.
sabiendo que todo transcurrirá plácidamente al conseguir dejar a un lado
esos caminos negativos para el estar con vida y cargarse muy positivamente,
logrando hacer realidad los planes en cada ser con cuerpo
y alma de humano
ser hijo y hermano da la madre naturaleza nuestro bello planeta,
casa que se comparte con muchos seres cargados de vida
en cuerpo y alma
muchos o todos razonando a su manera de ser cada uno.

Sintiéndose muy seguros al comenzar
cualquier tipo de ocupación
gracias a esa capacidad como ser con vida en su cuerpo
y alma,
logrando poder llegar a ese momento necesitado y deseado
en cada uno sobre este nuestro planeta y universo.

Disfrutar de una paz espiritual y física como ese ser con vida,
siendo lo que es sobre la madre tierra nuestra acogedora casa
descubriendo cada uno como ser con vida sin importar
esa su naturaleza física,
lo que se tiene a su alrededor para ser feliz y compartir
ser humano
dé monos cuenta que tan imperfectos somos hoy día,
a pesar de lo sabios e inteligentes que nos creemos cada uno
sobre los demás seres con vida en su alma y cuerpo.

Alejandro Madriz Martínez