Si pudiera vivir toda una vida
en solo veinticuatro horas...
¡Nacería y moriría al anochecer!
Para ver las estrellas titilar...
El cosmos será el escenario de nuestro amor.
Mientras nuestros cuerpos
se agitan unidos por la pasión.
Vivir amando hasta la muerte, siendo esto,
solo el comienzo.
Así como el sol, ama a las estrellas
tocándolas con su luz...
Así me tocas...
Desplegando tus alas para cubrir mi corazón.
Me enseñas amar de verdad y luchar por vivir,
en solo veinticuatro horas.
Tú voz es eterna y tu grandeza
es una pincelada de la eternidad.
Del corazón se escuchan sinfonías,
y la sangre se agita, porque conoce su origen.
Te beso rompiendo el silencio,
de nuestra muerte.
Sabiendo que el perdón será el sello del amor.
El reloj del tiempo, marca
los minutos y los segundos del fin.
¡Llega el alba! Y con ella la redención del amor.
Dhoffmann Daniel Bascuñan Hoffmann
No hay comentarios:
Publicar un comentario