En medio de silencios inquietantes
espero tu llegada con absurdas utopías
de constantes añoranzas...
Con dulces sueños
pero de falsas esperanzas es mi espera.
Y cuando la tarde por fin se va en silencio,
llegas poco a poco hasta desaparecer toda la claridad.
Te sientes espléndida,
con marcado Don aire esperas en el éter la luna,
y los Luceros que acomodándose van.
Te acompañan también
el silencio y en paz...
La tristeza que era triste,
ha dejado de existir;
con tu llegada,
mi esperanza se vistió de nuevo con el sueño que un día, del sueño soñado fabriqué,
volviéndolo ensueño...
Las flores te ofrecen sus olores
y aunque no se ven sus colores,
las Luna las llena de sutil argento
y una con la otra las veo arrullar,
inspiradas en el encanto de esta noche sin igual.
Karo Alan
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