PERSÉFONE...

En talante de estatuilla te he soñado…
¡Ante qué sol dirigías la cerúlea y antaña frente!
Con la mejor de tus primaveras regocijante,
entre los verdes y cercanos campos,
cuando te descubrí perdiendo los brazos…
Pareciese que me anunciaras curandera
“Vendrá el amor” con gracia verdadera,
luego de amarte te abandonará a la primavera."
En enero, sus besos con el frío florecieron.
En septiembre se marchitaron con la hojarasca.
Y en noviembre un ave voló de mi puerta.
Su eslabón de la carnal estrategia está perdido.
en verano ya no llegaron sus beatíficos besos...
formaron en mi trinos de los recuerdos.

Leonardo Hernández