No suenan aleluyas estas tardes
ni repican campanas en la torre
ni atruenan estridentes las trompetas.
El silencio es el todo. Fuera llueve.
Puede que sea invierno tan temprano,
puede que esté dormido atardeciendo,
puede que no sea hoy ni sea mañana.
Tal vez esté en ayer, que el tiempo pasa
sólo en sueños y en esto estoy
sonriente y tan joven, sin parecerlo apenas.
Amasijo de fracasos me siento comprendido.
De tumbo en tumbo voy, según me veo,
que las dudas me llenan y el misterio.
Tengo frío, me faltan las palabras
y el reloj se me funde en el desierto.
El silencio es el todo. Fuera llueve.
ISAAC PRIETO CABALLERO -Salamanca-
Publicado en Luz Cultural
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