Me supiste a aurora... rosada luz resplandeciente, en el oriente... y fuiste un sol que iluminó mi ser... que absorvió mi atención, que ilumino mi frente... Mujer, así me gusta a mí... que lo que se haya de dar... se dé, sin contratiempos... ni retardos... ni prejuicios que nublen la frente... somos tan solo dos gentes... que necesitados de amor... y dándose en el justo momento en que somos vulnerables y llevamos la sensibilidad en el cuerpo... y el alma nos pedía más... y acabamos en piel... amándonos... si, me supiste a aurora... llegaste a mí.. antes que los rayos del sol... y tu luz invadió mi ser... una luz sonrosada de aurora... le diste un nuevo día de cosas nuevas a mi vida... rompiste esa rutina que todos los días y hace mella... y tanto lastima, y amanecí con una luz dentro de mí... que le da nuevo sentido... a mi triste vida... tu luz de aurora...
Agustin H. Castañeda -México-
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