La joven madre
que cruza de pronto la estancia
muy débilmente iluminada,
lleva en sus brazos al enemigo.
un ser poderoso y reciente
que surge sin cesar de nuestra sangre,
se instala en palacios que fueron nuestros,
y alienta sus raíces de las personas antiguas.
de cierta esencia que disminuye de nosotros para siempre.
Es una carga de corazones nuevos,
Él se va formando sin cesar
DOMINGO ALFONSO -Cuba-
Publicado en Gaceta Virtual 125
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