El cielo de la noche cayó sobre el jazmín
y fue más alto el muro siguiendo a las estrellas
Ebrio, trepé la escala del perfume
detrás de tus cabellos…
Más alto aún, al ritmo del deseo.
sólo entrevisto entre las varas verdes.
desafiante, el muro.
La ventana encendida
promete acaso tu mirada breve
tras los visillos, distraídamente…
Ebriedad suprema,
el jazmín va de ronda por tu calle.
Asciendo hasta tus ojos
por la cortina de luz
que atraviesa los cristales
en el instante mismo en que tus manos
cerraron las persianas.
Del libro “Amorosa Presencia” de
Julio Pérez Tejera -Gran Canaria-
Publicado en Carta Lírica
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