martes, 27 de diciembre de 2016

ALELUYA


He oído que existe un acorde secreto
que David solía tocar, y que agradaba al Señor.
Pero tú realmente
no le das mucha importancia a la música, ¿verdad?
Era algo así como
la cuarta, la quinta
cae la menor y sube la mayor.
El rey, confundido, componiendo un aleluya.

Aleluya

Tu fé era fuerte, pero necesitabas una prueba.
La viste bañarse en el tejado.
Su belleza, y el brillo de la luna, te superaron.
Te ató a la silla
de su cocina.
Rompió tu trono,
y cortó tu pelo.
Y de tus labios arrancó un aleluya.

Aleluya

Dices que tomé su nombre en vano.
No conozco siquiera su nombre.
Pero si lo hice, bueno, realmente, ¿qué significa para tí?
Hay un resplandor de luz
en cada palabra.
No importa la que hayas oído.
La sagrada o la rota. Aleluya.

Aleluya

Hice lo mejor posible, no fue mucho.
No podía sentir, así que intenté tocar.
Dije la verdad, no te tomé el pelo.
Y aún así todo salió mal.
Permaneceré ante la oración del Señor,
sin nada en mi lengua más que el aleluya.

Aleluya

Leonard Cohen -Canadá-
Publicado en Poesía del mondongo

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