Qué distinguido, qué alto se afecta
el cargado de dinero,
qué poco sabe nadie, qué ignorante es el mundo
en boca del profesor bien colocado,
qué perspicaz y normal necesita fingirse
el adolescente que quiere escalar puestos,
qué machos se hacen
los hombres más ruinmente cobardes,
qué indecentes son los diferentes
para las almas que no dan nada a la humanidad,
la Tierra tiene hombres mejores
que desprecian y cierran sus puertas,
proclaman su excelencia donde más alto se oye
pero si alguien se acerca a ellos
para tributarles afecto, se muestran escandalizados
y llaman a la autoridad.
Luis Rafael García Lorente
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