viernes, 30 de diciembre de 2016

LA NIEBLA


Las puertas de la nube se abren
Enormes las salas efímeras de la lluvia
Fajas de aires como pasillos o como avenidas
Jirones desgarrados para formar otra colonia
Cúmulos de grises de azules de negros
Ciudad colgante en la eternidad de lo instantáneo
Montañas en este momento valles en el siguiente
Fantasmas de vaho en donde había monumentales formas
La sombra del viento recorre la bahía
Las aves del puerto suspenden el vuelo
Las barcas se mecen a la intemperie
Acaso invocan al trueno al rayo
En la intimidad del aire y del agua
Los cedros detrás de la lluvia respiran incertidumbre

Lejanos días que vuelven viento a viento
Sonidos que bucean dentro de un mar que canta

Primero fue un viento terral escaso pero continuo
Se fue a pique con las algas y el caos de los caracoles
Viento que pica y alarga el marinero asombro del bosque
Lluvia en espiral
Siempre la lluvia siempre el viento
Gotas gotas gotas
Soplos y gotas
Del viento y de lluvia las olas sin rumbo
Marea sin fuerza vaivén confuso
Remolinos impúdicos memoria del huracán
En el pórtico del mar

Ráfagas de nubes olas que soplan que silban
El itinerario del viento lo marca en el tiempo la lluvia
Calendario marino conmemoraciones grises
Días de agua
Llovizna suspendida
El sol se desvanece como navegante extraviado
Faro dentro de un sueño
En la costa los instrumentos del viento abierto

De viento largo la ida en pos de la lluvia
Hasta encontrar la corriente de aire
La vertiente de agua
El aire que de pronto se suspende
La marea que de pronto se desprende
La nube que nace
La densidad precisa

Raúl Caballero García
Publicado en Ágora 16

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