Día y noche
peleando sobre tu cuerpo.
La batalla es intensa
ambas quieren poseerte,
y ninguna rinde el fuego.
Ladrona de luces
y usurpadora de sueños.
Ojos que son ónix
y plumas que son viento.
Veinte lunas menguantes,
cayeron al final de tu cola
Carbón sobre tu pico,
y niebla sobre tus plumas.
Tu voz esconde gorjeos,
que suenan a fuego y plata.
Un canto de humo que resuena,
entre las patas de los grillos.
Cuando la luna esta acostada.
Cain y Abel
renaciendo sobre tu espalda.
Luz y sombra se ocultan
dentro de tu garganta.
La muerte en ti no manda.
Tu mandas sobre ella,
Desde la cumbre del Tindaya
Tu cráneo tiene forma,
de diminuta clavera.
Reina del cielo y el tiempo
agita con furia tus alas.
Y derrumba con ellas,
siete columnas vertebrales
de siete caballitos de agua.
Urraca.
Ladrona de luces y de sueños.
Que entre tu boca de granito,
llevas mi corazón herido.
Que tú me arrancaste del pecho
creyendo que era un zafiro.
Debora Pol.
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