lunes, 30 de marzo de 2015

¿POR QUÉ?


¿Por qué marcar a un ser
en unas escrituras?
¿por qué escoger a Judas?,
si...por otro fue negado
y se le coronó con el Pontificado.
¿Por qué si El Poderoso,
el dueño de los mares
de montañas y cielos
nos da amor a raudales,
por qué traer miserias
y dolor a sus lares?
¿Por qué la cruel mentira
de unos primeros Padres
que dejaron sus culpas,
a "sus hijos" mortales?
¿Por qué seguir creyendo
que mis viles pecados
derramaron la sangre,
del Enviado de Dios?
Yo me niego a creer
que su muerte es mi culpa
mientras han muerto tantos,
en cacerías de brujas
y en el Divino Nombre,
del Rey de la Creación.
Que me digan por qué
cualquier recién nacido
que fue venido al mundo
por voluntad de Dios,
ha de traer pecado
si el cielo le ha legado,
la vida como un don.
¿Quién me puede explicar
cómo existen los negros,
los blancos y amarillos
si Adán y Eva "fueron"
con su piel de algodón?
"La Santa Madre Iglesia"
nos muestra que en su vida
Caín mató a Abel
y desapareció...
y después, ¿cómo fue que surgieron
tantos hijos del cielo,
con sus pieles de ébano
o amarillo de sol,
por qué en tantas regiones,
cambiamos de color?
¿Por qué es que las mujeres
no ofician en las misas
por qué es que no nos casan,
por qué no nos bautizan
si ante los justos ojos
de "nuestro Redentor",
todos somos iguales...
no existe distinción.
¿Por qué yo he de creer
que arderé en el infierno
si el asesino cruel
le da la mano al "Siervo"
que se sienta en el trono
que "San Pedro" legó
y después mata y roba,
sin ninguna expiación?
¿Por qué yo he de creer
en tanta adoración
si ahí en "las escrituras"
se condena al becerro,
que el pecador creó?
Si allá; en la Santa Sede
hay oro hasta en paredes
si las arcas rebozan
con joyas de diamantes,
sudor de tantos fieles
¿Por qué yo he de creer
que Dios ha concedido
poder a éstos infieles?
¿Por qué la Pederastia
sin castigo a la acción
por qué ese celibato,
absurda prohibición
por qué la hipocresía,
en los hombres de Dios?
Yo creo en la justicia
yo creo en El Señor
NO creo en la injusticia,
ni el sometimiento
que a los ojos del Justo...
jamás tendrá perdón.

Teresita Madrigal Alfaro -Costa Rica-

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