Cada lágrima tiene forma de libro
cada libro es un día que pasa.
Influyendo renglón a renglón
la mirada descansa agotada.
Como un espejo de dioptrías
los libros nos conmueven.
Los obstáculos de lo imposible
son el sentido comun de una coma.
Y si se hace oscuro
el libro es el faro que acompaña.
El sueño mece la cuna
si tus dedos son libros.
Sé el piano que calma la sed
de la página como escarpia.
Renglón a renglón
se enciende la imaginación.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
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