En el borde del alma el sueño cunde
con pensamientos de brisas ardientes,
entre abiertos sentires demenciales
se abre el devenir de los sustos,
el sueño como ávida cicatriz
emerge en el somnoliento aviso,
y cual génesis evoca la inquietud
desde Eva y Adán, bello paisaje,
el éxodo serial surge radiante
y el diluvio despeja la ansiedad,
nuevos rumbos levitan en ropajes
de pandemias y males al andar,
el hombre disipa las acciones
en paradigmas candentes del azar,
personajes diferentes en la trama
del mundo como lacustre bazar,
Da Vinci, Miguel Angel, Picasso y Dali
siembran el color en la belleza,
Garcilaso, Ruben Darío, Neruda, Asunción Silva
Borges, encienden la palabra en el poema,
y el sueño desemboca en osadía
de inquieta lasitud, trazos abstractos,
frenesí del amor, fiambre en el viaje
cadalso de solturas entre pasajes,
presente, futuro, ayer lejano
devenir ansioso de los hechos,
severidad de Dios, mano silente
ardiente Fe, inquietud del aliento,
sueño y albor caminante demente
regurgitando andares en el vientre.
JOSÉ VICENTE CASTRO -COLOMBIA-
No hay comentarios:
Publicar un comentario