jueves, 24 de julio de 2014

ROJA, DETRÁS DE LA ENCINA


ROJA, DETRÁS DE LA ENCINA
me hablaba,
insultante y solitaria.

Descontrol irracional
de cientos de caminos
a cual más baldío.

Amparo del desamparo
en un planeta inmundo y humano.

Nunca pagó ella
el arancel impuesto:

Sin vuelta atrás.

Sin peajes delante.

Noctámbula irreverente
vestida de desnudez,
me enseñó a amañar la locura,
para que la tristeza ganada a pulso
se quemase (real) sobre el hielo.

FRANCISCO TOMÁS BARRIENTO -Campofrío-

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