POESÍA DE LA CALLE

La poesía que se escucha por la calle
no es la mía, ni es la del poeta,
la poesía de la calle es la del juego,
la del fuego y de la lluvia,
la del cuento de la lengua y el viento,

es la música de verbo y ave
que no se ve ni se escucha
de tanta luz y ruido de los pasos,
que ciega sus frases, sones  y metáforas
y que en la oscuridad esconde sus mejores
versos, y los apaga en el silencio,

tu canción...
no es del orden común, y aletea como lluvia
con el viento que sacude su bandera,
la de los apretados apuros por el pan
por el pan que das a los niños de la plaza,
y a los hombres niños,

a todos los que sueñan contigo y tus manos
que contagian con el brillo las miradas
que te ansían y te alaban con la prosa de la calle
en los espejos de las risas satisfechas.

Es la poesía insatisfecha que complace
que se enerva por el polvo de la calle
por una canción desesperada
de viento y agua
la que no pude cantar, la que tuve que callar,
la de tu género vital, la de su reino viral,
viral como mueca de tango y bandoneón,

donde insatisfecha se complace la poesía
en gritar,
donde se da y no renuncia a su verbo primario,
el de su origen y el de todas las cosas,
de los poetas cantores,
los vagabundos y bohemios.

De entre todas esas cosas estoy yo para quererte...
Quererte Siempre! Poesía de mi alma!

RICARDO FLORES JOYA