No siempre los vampiros
hacen banquete de la sangre fresca:
muchas veces
prodigan lujurias antiguas
rebuscando usuras rojas
en la otra cara de las sonrisas.
Probos ciudadanos
vestidos de políticos corruptos,
usurpadores del miedo,
caimanes de la sed,
desfacedores del hambre
de los pueblos que caminan a lomos
de la tristeza, rapsodas de la voz
amarga,
malabaristas del aire.
Prostitutos de cristal
y azufre,
taimadores de besos y rosas
para aniquilar los días:
no siempre los vampiros
respiran boca abajo con la luz
que se oculta en las cuevas sin fin
de la avaricia...
Luis E. Prieto
Publicado en el blog escribidor
No hay comentarios:
Publicar un comentario