lunes, 20 de agosto de 2012

REFLEXIÓN


Mas allá del horizonte, donde la esperanza no existe y la memoria nos acosa,
vive un ser capaz de explicarnos porque giran los planetas y las experiencias ser repiten a lo largo de los siglos
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Es el destino que baraja sus cartas y nos entrega siete a cada uno de nosotros.

Siete son los caminos a seguir, entonces diagramamos nuestra vida, cincelamos nuestro futuro, somos los únicos alfareros de nuestros fracasos.

Nadie nos empuja al precipicio ni nos regala la felicidad.

Caminantes de lo incierto, el sufrimiento nos purifica o nos separa de la realidad,.
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Somos capaces de amar hasta el delirio u odiar hasta. lo inimaginable, cayendo de esa manera en el hueco de nuestra propia indiferencia.

En ese mismo instante, cuando tocamos fondo, nuestro espíritu de conservación nos impulsa a buscar una luz y regresar de ese exilio de oscuridades.

Al fin, comprendemos la importancia de entregar una caricia o de pronunciar un te quiero, a esa lágrima que se desliza desde el vértice de las sombras y se acerca a tu vida como suplicando una limosna para su soledad………………

 Lydia Raquel Pistagnesi-Argentina-
Publicado en la revista Mapuche 56

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